Wake up, let's see the city - {Chelsea M. Collins}

Hoy era uno de esos días en los que te despiertas temprano sin saber muy bien por que y solo quieres dormir pero hay algo dentro de tu cabeza que te lo impide y te obliga a estar despierto. Como lo que menos me apetecía era pasarme toda la mañana tirada en la cama intentando volver a dormir, algo que sabía que era imposible, decidí darme una ducha rápida, vestirme y salir a la ciudad. Cuando ya estaba vestida y todo cogí algo de dinero para desayunar por que en le apartamento no había nada. Una vez en la calle mire al cielo y estaba todo despejado, la verdad es que hacía un buen día para ir a la playa o algo de eso.
Empecé a pasear en busca de una cafetería y a los cinco minutos llegué a una. -¿Que desea tomar?- me preguntó el camarero, -Hola, quería un capuchino y una cookie de chocolate para llevar.- Tardaron poco en darme lo que había pedido, pagué y salí otra vez.
Me apetecía ir a la esquina de 7th and spring, era uno de mis lugares favoritos de la ciudad, ya que daba igual la hora del día que fuese que siempre había gente haciendo algo interesante y se podía pasar un buen rato fácilmente. Una vez allí vi un banco vacío, me senté y me puse a tomar lo que había pedido antes que gracias a dios el café ya estaba a una temperatura que era facil de tomar y he de decir que estaba bastante bueno.

Las cafeterías empezaba a llenarse de cafeinómanos mañaneros, los parques de los niños tirando de sus padres o abuelos y yo, como de costumbre, estaba entonces llegando a casa. No estaba cansada, digamos que estaba más que acostumbrada a la vida que llevaba: Dormir de día, salir de noche. Aun así, nada más entrar a mi habitación, me tiré a la cama cayendo como una pluma encima de ella. No tenía sueño de todos modos, o más bien tenía más ganas de volver a bajar. Me asomé por la ventana, viendo ya algún skater haciendo de las suyas. En realidad no me importaba demasiado lo que estuviera haciendo, sabía que iba a acabar bajando de todos modos. Me quité todo rastro de la noche anterior y me puse algo más cómodo para bajar. Fui hasta la nevera, medio vacía como siempre y terminé por tomarme un vaso de un zumo de mezclas extrañas, antes de salir disparada por la pierta, volviendo a respirar el aire puro, nada podía mejorar aquel aire. Quizás sí, saqué un paquete de cigarros y cogí uno, sujetándolo entre los labios para encenderlo, guardé el resto y le di la primera calada. Ahora sí no se puede mejorar, pensé.

Aproveché la oportunidad de que uno de los skate no tenía nadie encima para subirme yo y empujarme hasta el banco más cercano-Eh, eh tu!-dijo el dueño cuando se dio cuenta-Tranquilo Rob, no pensaba robártela, solo iba a tomártela prestada. ¡Gracias!-dije riendo, al reconocerle, mientras le daba un empujón para que volviera hasta a él, mientras le mostraba una sonrisa. Le di otra calada al cigarro al tiempo que me daba cuenta que tenía a alguien al lado, me quedé mirándola unos segundos y no, no la había visto antes. No parecía una de esas pijas de clase alta, con las que la verdad no era de mi agrado mezclarme, y ya que yo parecía la recibidora oficial...-Hola, soy Chels...No te he visto por aquí,¿Acabas de mudarte a la zona o algo?-dije sin dilatarlo más. No era de esas personas a las que les daban verguenza las presentaciones, asique aquello no era nada nuevo.