Coffee Break || Daniel&Barbara

Me levanté mirando al techo. Puse mis manos cruzadas sobre mi cabeza. Siempre lo hacía. Era como un modo de reflexionar que tenía, realmente había muchas veces que simplemente me quedaba mirando allí sin pensar en nada, mi mente se quedaba nula, embobada. Pero no era eterno, no me debía preocupar ya llegaba mi madre con esos gritos que penetran hasta los oídos para decirme que saliese de la habitación, que tenía que limpiar. No solía hacerlo pero cuando le daba el venazo de la limpieza pues había que fastidiarse. Salí de allí echando leche poniendo lo primero que pillé.

Llegué hasta el starbuck, de la forma en la que salí de mi casa no pude ni desayunar, yo no podía desayunar con el ruido de la aspiradora ni de los gritos de mi madre o la música horrorosa que ponía mi madre. Esos cafés y esas cosas que hacían en aquella cafeterías eran de los mejores. Entré y me pedí uno bien grande y dulce y para comer un croissant bien enorme con un pequeño sorbete de chocolate por encima. Antes de que me llegase fui a buscar una mesa entre las grandes multitudes de gente porque había demasiada gente. Encontré una mesa con una sola persona. Una chica rubia que conocía bastante bien, una buena amiga.

Me senté allí sin pedir permiso a esperar a que me trajesen lo que quisiese. - Buenos días preciosa - saludé con una sonrisa en mi rostro viendo como me traían mi desayuno. Lo sirvieron bastante rápido. - Conociéndote lo normal sería que estuvieses de resaca en casa por la marcha que te hubieses pegado la noche pasada - dije casi riendo.

Llegó mi desayuno, me puse a cortar en pequeños trozos con el cuchillo aquel croissant y me metí uno de esos pequeños trozos en mi boca para masticarlo con demasiada velocidad. Yo era de comer muy rápido y mucho. Era el desayuno y posiblemente por eso comía.. nada, no, comía eso porque no me gustaba comer en una cafetería de todo. Yo era de ir a casa y llenarme los platos y comer sin fin. A no ser que mi madre me riñiese y tuviese que dejar más de la mitad. -Imagino que tienes que decorar eso perfectamente, si te vas a tener que llevar a uno cada noche... - dije riendo. Era una especie de broma. Me refería a que con lo guapa que era y que se iba de fiesta casi siempre pues con los rollos de noche. Va, tampoco importaba, ¿a quien no le gustaría ser uno de esos rollos de noche de esa chica?.

Me he pasado un juego más, mientras tu pisas discotecas, yo me paso millones de juegos - dije echando a mi boca el tubo del café y beber un poco. Nunca había pisado una discoteca. Ese sonido ametrallador que se te mete por la oreja y nunca más lo puedes sacar no podía vivirlo. Ya solo de decir que poca música me gustaba pues ir a una discoteca y escuchar esa pues ya me reventaba la cabeza. A las fiestas esas de fin de curso con el baile escolar y música tranquila me hubiese gustado ir pero siempre había sido el marginado de clase y.. ¿quien iba a ir con el friki de turno teniendo al deportista guaperas? Pues nadie.